Gerardo Cedrés, siendo muy joven se incorpora al Movimiento AVANZAR, luego de haber participado activamente como integrante de la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida (CNDAV), en el Departamento de San José.
Hoy compone la Dirección Nacional del Movimiento, y es el referente de la zona Este del país que tiene su asiento temporal en el Departamento de Maldonado, además de ser integrante de la Federación de Jóvenes del Movimiento Avanzar (FEDEJO).
Hoy compone la Dirección Nacional del Movimiento, y es el referente de la zona Este del país que tiene su asiento temporal en el Departamento de Maldonado, además de ser integrante de la Federación de Jóvenes del Movimiento Avanzar (FEDEJO).
AVANZA – Hoy a 8 años de aquel 66% de votos que alcanzó la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida, para reformar la Constitución, que considerara el agua como un bien común bajo la administración pública, ¿cuál es tu sensación de aquel trabajo militante?
Gerardo – Cabe recordar que prácticamente un año antes también habíamos trabajado por el referéndum que con un 62,2 % de los votos, frenó el intento privatizador de Ancap. Luego nos sumamos a la Comisión en Defensa del Agua en San José donde se armó un frente social amplio que llevó adelante la tarea en el departamento. Aquí recordamos la militancia del compañero Carlos Patetta, del sindicato de FOSE (hoy fallecido) que fue sostén de gran parte de aquel trabajo.
Recuerdo una extensa egenda donde efectuamos charlas y exposiciones públicas en varias localidades del departamento como Villa Rodríguez, San José, Rafael Peraza, Ecilda Paullier y Rincón de la Bolsa entre otros.
Además de ello a través de volanteadas y actividades de prensa logramos concientizar a la población de la importancia de la preservación del agua como recurso esencial a ser administrado por gestión pública.
Pudimos desarrollar actividades en colaboración con maestros de Primaria en las propias escuelas públicas.
La sensación que tengo es de mucha preocupación por que a pesar de aquel triunfo que significó un fuerte apoyo de la población en general sobre el tema de estatización del recurso hídrico, no se ha garantizado el cuidado del mismo. Luego asume el gobierno el Frente Amplio y el escenario que tenemos hoy en día es muy similar al cual nos llevó a realizar el plebiscito, con otros agravantes como el desarrollo progresivo -y deterioro irreversible en algunos casos- de actividades contaminantes del agua como cierto cultivos y el impulso de la minería.
Indudablemente la tarea no se culminó, hoy se hace necesario mantener la bandera en alto detrás de las luchas en la defensa de estos recursos. Recursos que por otra parte no pertenecen a esta generación sino que es un bien que debemos dejar lo más preservado posible a las generaciones futuras.
Los hechos nos obligan a seguir exigiendo a cualquier gobierno de turno el respeto a la Constitución y al resultado de estos plebiscitos.
Gerardo – Cabe recordar que prácticamente un año antes también habíamos trabajado por el referéndum que con un 62,2 % de los votos, frenó el intento privatizador de Ancap. Luego nos sumamos a la Comisión en Defensa del Agua en San José donde se armó un frente social amplio que llevó adelante la tarea en el departamento. Aquí recordamos la militancia del compañero Carlos Patetta, del sindicato de FOSE (hoy fallecido) que fue sostén de gran parte de aquel trabajo.
Recuerdo una extensa egenda donde efectuamos charlas y exposiciones públicas en varias localidades del departamento como Villa Rodríguez, San José, Rafael Peraza, Ecilda Paullier y Rincón de la Bolsa entre otros.
Además de ello a través de volanteadas y actividades de prensa logramos concientizar a la población de la importancia de la preservación del agua como recurso esencial a ser administrado por gestión pública.
Pudimos desarrollar actividades en colaboración con maestros de Primaria en las propias escuelas públicas.
La sensación que tengo es de mucha preocupación por que a pesar de aquel triunfo que significó un fuerte apoyo de la población en general sobre el tema de estatización del recurso hídrico, no se ha garantizado el cuidado del mismo. Luego asume el gobierno el Frente Amplio y el escenario que tenemos hoy en día es muy similar al cual nos llevó a realizar el plebiscito, con otros agravantes como el desarrollo progresivo -y deterioro irreversible en algunos casos- de actividades contaminantes del agua como cierto cultivos y el impulso de la minería.
Indudablemente la tarea no se culminó, hoy se hace necesario mantener la bandera en alto detrás de las luchas en la defensa de estos recursos. Recursos que por otra parte no pertenecen a esta generación sino que es un bien que debemos dejar lo más preservado posible a las generaciones futuras.
Los hechos nos obligan a seguir exigiendo a cualquier gobierno de turno el respeto a la Constitución y al resultado de estos plebiscitos.
AVANZA – La victoria de ese plebiscito fue un verdadero triunfo de lo social. Un verdadero freno a la ideología neoliberal que tenía y tiene en sus planes apoderarse de todas nuestras riquezas naturales.
Gerardo – Yo entiendo que no hay que condenar el futuro de los jóvenes. Hoy se ha permitido el desarrollo de cultivos costosamente perjudiciales para nuestro suelo y para nuestro medio ambiente, como la forestación y la soja transgénica. Por otro lado se han desarrollado o están en proyecto actividades de industrias contaminantes y destructivas como las pasteras de celulosa y la minería a cielo abierto.
Todo esto también apunta a la destrucción de nuestro recurso hídrico.
Cabe preguntarnos ¿qué futuro le estamos dejando a nuestros hijos?. Si contaminamos los recursos, destruimos el medio ambiente, perdemos soberanía alimentaria, propiedad sobre la tierra y estos gobiernos de turno regalan una riqueza que nos pertenece a todos.
Entendemos que la resistencia pública a este modelo de saqueo debería ser mayor. Notamos demasiada pasivilidad en la población en general al encarar estos temas, ignorando la importancia y repercusión de los mismos.
Nosotros estaremos siempre plantados en la defensa de estos recursos, apoyando y militando allí donde se levanten nuevos frentes de resistencia popular que pretendan frenar estos modelos neocolonialistas.
Gerardo – Yo entiendo que no hay que condenar el futuro de los jóvenes. Hoy se ha permitido el desarrollo de cultivos costosamente perjudiciales para nuestro suelo y para nuestro medio ambiente, como la forestación y la soja transgénica. Por otro lado se han desarrollado o están en proyecto actividades de industrias contaminantes y destructivas como las pasteras de celulosa y la minería a cielo abierto.
Todo esto también apunta a la destrucción de nuestro recurso hídrico.
Cabe preguntarnos ¿qué futuro le estamos dejando a nuestros hijos?. Si contaminamos los recursos, destruimos el medio ambiente, perdemos soberanía alimentaria, propiedad sobre la tierra y estos gobiernos de turno regalan una riqueza que nos pertenece a todos.
Entendemos que la resistencia pública a este modelo de saqueo debería ser mayor. Notamos demasiada pasivilidad en la población en general al encarar estos temas, ignorando la importancia y repercusión de los mismos.
Nosotros estaremos siempre plantados en la defensa de estos recursos, apoyando y militando allí donde se levanten nuevos frentes de resistencia popular que pretendan frenar estos modelos neocolonialistas.
AVANZA – Hoy tu trabajo se ha centrado política y socialmente en la zona este del país, que no escapa a la realidad a la cual nos somete esta política económica que lleva adelante el gobierno.
Gerardo – Nos duele hoy ver la progresiva extranjerización de nuestra tierra, el despoblamiento de la campaña, con productores rurales que se refugian en los centros poblados y la creciente pérdida de soberanía alimentaria. Esa es una matriz nacional avalada por este gobierno.
Por otro lado tenemos sobre la mesa todo lo que es la minería a cielo abierto, en Aratirí y sus derivados como algún puerto de aguas profundas proyectado para el departamento de Rocha que dañarán nuestra franja costera.
Además hoy se habla de explotación minera en otras partes del país y como si fuera poco, la empresa estatal Ancap, se asocia con la empresa norteamericana Schuepbach Energy para la búsqueda y explotación de combustibles fósiles. Todo un atentado a nuestra soberanía.
El Uruguay es un país de desplazados. Hoy somos desplazados de la tierra por multinacionales que vienen detrás de nuestras riquezas naturales, y hace tiempo desplazados de nuestras fábricas, las cuales en su mayoría cerraron porque no pudieron resistir el embate del desarrollo de las políticas neoliberales y de la globalización que invadió bajo el beneplácito y la hospitalidad de los gobiernos de turno.
No tenemos fábricas para dar empleo a nuestros jóvenes ni la tierra para poder fijar políticas de desarrollo en base a nuestra principal riqueza.
La educación pública, gratuita y de excelente nivel que caracterizaba nuestro país ha sido doblegada por actores políticos que la han devastado para darle lugar a los privados.
Los jóvenes sin futuro, sin horizontes, sin buena educación, o sea sin puertas de salida muchas veces eligen el camino de la delincuencia y la drogadicción.
AVANZA – Hoy tienes en tus planes realizar una recorrida por diferentes países de Latinoamérica, ¿con destino o sin destino fijo?
Gerardo- No llevo destino. He estudiado en profundidad diferentes realidades latinoamericanas y hoy queriendo cumplir un sueño de mi vida voy a dedicar un tiempo a conocerlas y contactarme con ellas directamente.
Ya he efectuado contactos con comunidades indígenas, de campesinos y de jóvenes de varios países de América Latina, que serán mis primeros empalmes de ruta, los que luego irémos ampliando a medida que vaya desarrollando la gira.
En definitiva creo en una América unida, donde los problemas son mucho más comunes de lo que pensamos, como así también los intereses de las multinacionales que pretenden apoderarse de lo nuestro y hoy solo lo han podido poner freno a ello la resistencia de las diferentes comunidades.
Pretendemos interiorizarnos de esos escenarios, de esos mundos, para luego a nuestro retorno, volcarlo en ampliar nuestra experiencia social y política.
