viernes, 18 de febrero de 2011

COLORADOS AL ATAQUE

Recolección de firmas para bajar la imputabilidad en los jóvenes

  En el mes de marzo el Partido Colorado lanzará la campaña para la recolección de 250.000 firmas que habiliten a un plebiscito que tiene como propuesta bajar la responsabilidad penal de los jóvenes, mantener los antecedentes penales una vez cumplida la mayoría de edad, que sería en caso de aprobarse la propuesta de 16 años y en tercer lugar intentan crear un instituto de rehabilitación distinto al INAU.
   Para aprobar esta iniciativa en la Convención del Partido Colorado, se basaron entre otros, por los datos presentados por el diputado Germán Cardozo, que señalaban que los delitos cometidos por menores en el año 2008 fueron el 18% y esa cifra en el año 2009 subió al 53%.
   El tema - a nuestro entender- no es de fácil abordaje, pero a medida que pasa el tiempo y no se toman las medidas correspondientes, la situación de deterioro apunta a profundizarse. 
   Muy a grosso modo tiene dos puntas opuestas. Por un lado está aquella persona que tiene un comercio, o un simple transeúnte, un trabajador o una familia que en los altos grados de violencia que tiene la delincuencia hoy en día se ve enfrentada a una situación de gravedad.
   Ese escenario lleva a una incomprensión, a una impotencia y a  buscar  refugios y defensas de prevención en forma desmesurada.
   A nadie le gusta que le lleven todo lo que uno tiene en la casa, o que lo encañonen y/o algo más para quitarle el sueldo o por simplemente $ 20 que puede llevar en el bolsillo.
   Lo cierto es que día a día vemos cómo se agrava la situación de inseguridad en nuestra sociedad, más allá también de que muchas veces no es bueno llevarse solamente por el teatro que en forma habitual arman los grandes medios de prensa, más que nada en  la televisión.
   Más allá de ello creemos que se ha perdido totalmente el timón. Esta observación la hacemos sobre la apreciación de las cuestiones en los cuales se ha hecho justicia por mano propia y han quedado en libertad. Nos referimos por ejemplo a cuando un comerciante es asaltado,  ultima a su atracador y es dejado libre.
   Creemos que transitar por esa senda puede ser sumamente peligroso para una sociedad.
    De ahí en más, “gatillo fácil”, “suposición de asalto”, etc. etc. por una gama de variedades hasta donde entran en juego los prototipos de una sociedad, van a ser eslabones de una cadena que no tendrá fin.
   Si todos comienzan a armarse, o buscar mecanismos de protección, esta sociedad no está caminando bien ni en sentido lógico y dudamos que si eso fuera considerado como “bien”, no se está preparado para ello.
    Pongamos solamente algunos ejemplos: “lo vi de pelo largo y mal vestido, pensé que me iba  a asaltar y le disparé”, “salí corriendo al delincuente, en el camino me cruce con otro que iba vestido parecido, me confundí y le di al él”. Y así podríamos seguir un sinnúmero de ejemplos y de situaciones que de no buscarse a corto plazo soluciones reales, lejos de mitigar el efecto grave y oscuro de deterioro, lo profundizará aun más.
   La sensación que se tiene es que si uno es un ciudadano correcto, “apuesta a trabajar y pagar sus impuestos”, es el Estado quien debe brindarle esa protección.
   No es nunca el ciudadano quien debe además de lo que ya hace asumir la responsabilidad que en este caso le corresponde la seguridad pública.
   Pero esto es solo una parte del problema. El problema en definitiva es mucho más profundo y requiere de políticas serias para encararlo como es debido e intentar revertirlo definitivamente, porque de lo contrario solo estaremos “emparchando” situaciones de muy poca duración.
   En cualquier país, nadie nace delincuente pero factores como lo económico, social y cultural influyen notoriamente en el desarrollo de esa desviación de la conducta social.
   Quienes han estudiado el tema señalan, por ejemplo, que cuando se han efectuado estudios sociológicos en lugares como asentamientos irregulares o cantegriles -de donde proviene parte de la delincuencia- se han encontrado con familias donde el factor económico ha sido el principal causante de su deterioro. Se cuenta por ejemplo que en la mayoría de los casos un abuelo o un padre tuvo un buen empleo y lo perdió por el cierre de una fábrica o alguna otra cuestión.
   Por supuesto que tampoco la pobreza es justificación de la delincuencia, pero se sabe que todas las variables conjugadas a las que se pueden sumar por ejemplo mala alimentación, entornos deteriorados etc. etc. puede ocasionar conductas de este estilo.
   Indudablemente una sociedad que no tiene fuentes laborales serias para ofrecer ni alternativas de futuro a largo plazo, no de un día sino por muchos años, a la larga comienza a desequilibrarse por las franjas más vulnerables.
   Por otro lado las políticas de asistencialismo practicadas por las últimas administraciones, a nuestro entender no hacen otra cosa que consolidar el problema.
   Legitiman la situación, excluyen más en vez de integrar.
   Ya quedó demostrado que la situación no se revierte de esta forma, por el contrario las exigencias serán cada vez mayores y se entró en un camino sin salida donde nadie que venga atrás y menos de esta forma podrá frenarlo.
    Con respecto a la propuesta del Partido Colorado, de bajar la imputabilidad de los jóvenes nos parece aún una  peor solución
   No es ni será nunca un recurso válido.
    Solo se llenarán más y más las cárceles de jóvenes pobres, “caídos del sistema”, como les gusta llamar a muchos técnicos a estas generaciones.
   Hoy el sistema carcelario está atiborrado de jóvenes y no es una alternativa de cambio. Todo lo contrario, es casi incontrolable y ocasiona en aquel privado de libertad más daño que recuperación.
   No se puede seguir haciendo cárceles y llenándolas de delincuentes. No cambia el tema de la seguridad. Ese joven pronto estará en la calle y su conducta será peor.
   ¿Es esa la única alternativa que los gobiernos de turno encuentran para frenar el problema?.
   Muestras sobran para indicar que lejos de mejorarse el asunto se estropea a un ritmo descontrolado.
   A esta altura se requiere de políticas muy serias, focalizadas en el tema, que por supuesto no van a ser nada económicas, pero resultará de la aplicación de las mismas al menos una salida a largo plazo.
   Más cárceles, más INAU, bajar imputabilidades, -cuentas de un mismo collar-, solo consolidarán y profundizarán la problemática en una realidad que será más precaria para aquel que pretenda vivir en la normalidad.
   Por consiguiente consideramos que esta recolección de firmas -que ni siquiera apoya todo el partido político que la impulsa-, es como una “jugarreta” para intentar “tapar el sol con un dedo”, cuando ellos mismos saben que por ese camino todo está perdido.
   Si hoy bajamos la imputabilidad a los 16, mañana habrá que bajarla a los 14, luego a los 8 hasta que, si se sigue así, se va a perder al nacer. No, indudablemente no es por esta vía la solución.
   Es de extrañar también que partidos políticos que tantas veces cuestionaron otras recolecciones de firmas para impulsar plebiscitos, -tales como para juzgar a quienes habían violado la Constitución de la República, con delitos de lesa humanidad o para reformar la reforma constitucional y salvar como bien nacional el agua-, -entre otras-, porque consideraban que significaban altos costos para el Estado, hoy sean ellos mismos, quienes estén recurriendo a este mecanismo. ( Se les hace difícil “nadar en el llano” y hoy buscan los mismos mecanismos que tanto cuestionaron para mantenerse activos).
    Desde ya adelantamos nuestra posición en contra de la realización de dicho llamado a las urnas porque entendemos que no redundará en la solución que el país y la situación requieren.
   Será como en tantos otros temas solo más de lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario